DICHOS DE SOR JUANA

NO ES RAZÓN QUE A NADIE ESPANTE

EL VER QUE APETEZCA UN LOCO

CONSEJOS DE UN IGNORANTE

El amor todo lo trastoca y primero que nada, la mente de quien ama. Son infinitas las reacciones de una mente afectada por el amor y entre ellas destaca la locura en diversas manifestaciones y grados, aunque a veces es más imaginada que real. Parece que eso es lo que le pasa a Baco, príncipe de Tebas, en el primer acto de la comedia Amor es más laberinto, escrito por Sor Juana. 

Baco pretende a la hija del rey, Ariadna, pero a ella no le interesa. Para ayudarlo a conquistarla, el gracioso, criado del príncipe, cuyo nombre es Racimo, le aconseja que enamore a Fedra, hermana de la pretendida, algo que al propio Baco le parece una locura. Sin embargo reconoce estar loco de amor por Ariadna y por tanto seguirá la recomendación y enuncia el refrán "no es razón que a nadie espante / el ver que apetezca un loco / consejos de un ignorante".

De ese modo, al aparecer Fedra y querer alejarse del príncipe, el gracioso Racimo lo anima con más consejos y le dicta uno donde define al amor por sus malos efectos: "Haz cuenta que eres poeta / y que te hayas en un paso / de comedia donde es fuerza / sin estar tú enamorado / fingir otro que lo esté / y dile soles y rayos / ansias, desvelos, respetos / temor, silencio y cuidado / y atención sin esperanza / que es lo que corre en palacio / y verás cómo lo aciertas".

En otro lugar, en el soneto que lleva como primer verso "Amor empieza por desasosiego", la Décima Musa propone resignarse cuando el amor llegó a su fin y allí repite la receta de señalar los malos efectos del amor. Pero aquí se trata de la locura, por lo que Sor Juana dice: "no es razón que a nadie espante / el ver que apetezca un loco / consejos de un ignorante".